Se cree que algunos alimentos provocan problemas a los bebés cuando se transmiten a través de la leche materna. Entre ellos, se incluyen gases excesivos, síntomas de cólico e incluso diarrea. Los culpables habituales son los tomates, el exceso de cítricos o fruta, el ajo y la cebolla cruda, la col y las coles de Bruselas, las fresas, los champiñones, las bebidas gaseosas, la comida picante, el chocolate y todos los tipos de legumbres. No debe eliminar por completo estos alimentos, sino comerlos con moderación y solo excluirlos si piensa que están provocando algún problema al bebé.
A veces, la intolerancia a los lácteos puede provocar síntomas similares a los del cólico en el bebé. Si tiene pensado eliminar los lácteos durante un tiempo, consulte a un profesional de la salud para asegurarse de que tanto usted como su bebé reciben los nutrientes que necesitan.
Otro buen consejo es intentar evitar el exceso de cafeína en el té, café, la cola y otras bebidas refrescantes. De lo contrario, puede ser que el bebé se sienta nervioso o se desvele.