Cada etapa de la introducción a los alimentos sólidos requiere que su bebé domine nuevas habilidades, así que debe tener paciencia. Los alimentos con una consistencia más espesa ayudarán a que el bebé se acostumbre a utilizar la lengua para empujar los alimentos contra el paladar y tragar. La última etapa se centra en la introducción de alimentos más duros que pueda coger con las manos o incluso tiras de pan tostado o pasta cocida con formas. Si su bebé escupe o rechaza determinados alimentos, no fuerce las cosas. Retírelos del menú durante unos días y vuelva a introducirlos más adelante.
Aproximadamente a los 8 meses, la dieta del bebé debería incluir una mezcla de tipos de alimentos, con cereales, frutas, verduras y pequeñas cantidades de proteínas, como pollo o lentejas. Es importante animar a los bebés a que coman solos para ayudarles a desarrollar sus excelentes habilidades motrices y su coordinación.
Además, es beneficioso que el bebé participe en las comidas familiares. Si ve a los demás comer un tipo de alimento, podrá evitar problemas para comer cuando crezca. Ofrézcale una selección de alimentos adecuados para bebés que pueda comer con los dedos, como plátanos o minitortitas de arroz, y deje que investigue en la mesa.
Es normal que se manche todo cuando el bebé juegue y experimente, pero asegúrese de supervisar las comidas.