Las alarmas que no requieren acciones ejercen presión en los recursos de hospital, contribuyen a la fatiga por alarmas y pueden afectar la calidad de la atención al paciente. La desensibilización incluso puede volverse un asunto de vida o muerte.
La fatiga por alarmas ha sido identificada como el principal peligro de la tecnología para las organizaciones de la salud¹ y es el tema central de los Objetivos Nacionales de Seguridad del Paciente sobre la Gestión de Sistemas de Alarmas de la Comisión Conjunta.
Estamos agudamente conscientes del problema. Ayudamos a redefinir su programa de gestión de sistemas de alarmas para ofrecer alarmas que requieren acciones y notificaciones en tiempo real necesarias para acelerar la respuesta y la intervención anticipada.
Con nuestras soluciones integrales de gestión de alarmas y servicios de asesoría, sus profesionales de la salud pueden obtener la información correcta en el momento adecuado para ofrecer la atención específica.